miércoles, 2 de octubre de 2013

Información sobre Ponky como parte de un nuevo homenaje a su memoria



La historia de Ponky de casi 10 años formando parte de “nuestra”* vida se resume en estas líneas, unas líneas que tampoco son cortas y en cierta medida son algo largas y que deben obedecer fundamentalmente a material predefinido, porque un gran amigo como él (que Dios lo tenga en su santa gloria, aclarando que este no es un dios de humanos  en exclusivo –esto va para todo aquel que lea esto, sea “creyente” o “no creyente”–  siendo el humano la peor de sus creaciones) no se olvida y una cosa así como le estoy preparando él se la merece, lo digo con creces, ya que, a pesar que pasan los años y en estos momentos están por cumplirse cinco años de su dolorosísima partida, de él en cuestión me quedan muchos recuerdos, quisiera decir todos, pero la verdad es que no se puede porque fue tanto el desarrollo de su vida alrededor de las nuestras que de verdad “no se puede”.

La presencia de fechas. La narración de su vida cumple con algo fundamental y es que presenta una perfecta ubicación, digámoslo así, en el tiempo, en la cronología, ya que se trata de hechos históricos que van “acompañados” con sus respectivas fechas de ocurrencia, que también  forman parte de un fabuloso “recuerdo” y que de hecho presenten una única excepción cuando se traten de hechos generalizados a lo largo de toda su vida o de una parte de ella de los cuales también hay recuerdos. Hay escrito(s) específico(s) que sólo menciona(n) la fecha al principio, ya que se trata(n) sólo de una fecha.  Otra manera de cómo se pueden presentar estas características de presencia clara en un tiempo dado sin caer estrictamente en esa regla anteriormente mencionada sería, puede ser, señalando la edad de Ponky para un momento dado de la ocurrencia del hecho en cuestión que sublimemente y reverberando decimos que “forman parte de  su vida y los cuales se recuerdan”.

La biografía de Ponky. A mi querido amigo, ese perrito blanco con manchas negras y habiendo quienes le atribuían la apariencia de un dálmata en su mocedad o en los primeros días de su existencia en esta casa, le dediqué, si esa es la palabra correcta, pues bien debe ser esa la palabra, una biografía, digamos “mucho antes” de escribir estas líneas actuales y que de hecho ha formado parte de mi esfuerzo por recordarlo a través del escrito, por medio del grafito indeleble, sutil compuesto de uso muy común y que para aquel momento yo usé (fueron tres veces que usé, una cuarta de manera ordenada) para describir a este gran amigo y para “impedir” que a través de la formación de hechos inverosímiles alrededor de hechos verosímiles o bien de hechos legendarios rodeando los que son hechos reales, válida la exageración, y que contribuyan de hecho a deformar los verdaderos hechos que de él se recordaron y se asentaron o apuntaron (hecho por mi persona), hechos que, asentados de manera escrita  –ya lo había dicho anteriormente, yo diría que casi al principio– resumen su vida, que se puede decir que en su totalidad, compartió con la “nuestra”.

A continuación se detallan tres documentos:

Narración de un día de Ponky. Contenido en un cuaderno no identificado**.

Narración del 05.09.2008. Contenido en un cuaderno no identificado**.

Biografía de Ponky. Contenido en un cuaderno no identificado**.

Presentación de los documentos. A continuación se transcribirá el texto fundamental de los mismos. Los documentos se presentarán de forma eminentemente cronológica, según fueron escritos:

Biografía de Ponky

Ponky nació en enero de 1999, probablemente el 21 de ese mes. Cuando fué traído a la casa, al mes siguiente, Yuraima, que era la dueña de la casa donde nació Ponky, y además era quien cuidaba a la mamá de Ponky, había comentado a Omaira que le había dado de comer salsita de pollo al perro ese día. Él fue llevado en una maceta al porche, donde permaneció un rato. Al principio chillaba, o lloraba, mucho, esto se podía deber a la falta de su mama. Hubo una vez en la que Ponky se perdió y fué encontrado en el fondo chillando, pues él quería encontrar el camino a la casa. Ponky era de carácter juguetón siendo pequeño y en una ocasión correteaba con Andrés, y bien él decía que Ponky le mordía porque él le ganaba corriendo. Desde antes de cumplir el primer año Ponky ya se había vuelto “esteril” a los extraños,  es decir, ya se había puesto “bravo”. En el año 2000, cuando tenía un año, Ponky mordió en varias ocasiones a Fañito (una de ellas en noviembre de ese año). Allí fué, probablemente, cuando algunos empezaban a decir: <<Ponky tiene rabia>>. Fundamentaban esto, también, en que Ponky en ocasiones emitía una salivación muy espesa, ya que esa es la característica universalmente conocida de la rabia. En ocasiones posteriores los ataques de Ponky a la familia seguirían. Hubo veces, en las que Omaira sacaba a Ponky, y lo caminaba por el monte, que él, por ese lugar, conseguía huesos de ganado de desconocida procedencia, a los cuales Omaira les decía “podríos” pues así era como estaban. Durante los días en que Elisnarth era traída a la casa (cuando Anelis y Elida iban a trabajar) hubo veces en la que Ponky le ladraba y veces en las que la trataba “como un miembro más de la familia”, pero hubo otra niña (llamada algo así como Yoangely) a la que también traían y a la que Ponky siempre ladraba. Cuando se oían triquitraquis, y pirotécnicos en general, alrededor de cada época decembrina, Ponky se asustaba mucho , y hubo una ocasión en la que Omaira se quejaba porque Ponky ya llevaba mucho tiempo oyendo eso y aún no se acostumbraba. Ponky se asustaba de igual manera casi siempre que venían a cortar monte. En el 2003, Ponky mató uno de los pajaritos que Andrés se había encontrado. En el 2005, cuando Bartolo venía a terminar el paredón izquierdo de la casa (izquierdo viendo hacia adelante), Ponky ladraba bastante. En 2007 otro perro –al que se llamaría Mickey – fué traído a la casa. Ponky, al principio, no le prestaba atención, pero después hubo veces en las que había que mantenerlos “alejados”. El 05 de septiembre de 2008, Ponky se soltó, su cadena se rompía, lo que no era inesperado, ya que Omaira venía temiendo eso desde días antes. Ponky pasaría sus últimos días “por un lado de la casa”, pero perfectamente resguardado.

Narración del 05.09.2008

Este día, Omaira enfatizaba en que a Ponky se le estaba rompiendo el alambre de la cadena. Había decidido bañarlo y estaba “esperando lo peor” (pues, de romperse los alambres de la cadena de Ponky y, por consiguiente “soltarse” él, se podían haber esperado consecuencias preocupantes, ya que el perro hubiese podido morder a alguien (interna o externamente). Omaira no llegó a bañar al perro, ya que, pensando en una manera de solventar el problema, había dejado pasar el tiempo y le había dicho a Andrés: <<quédate aquí viendo al perro para que no se suelte>>, mientras ella iba al porche, donde se encontraban Laura y Fañito. Mientras ella estaba allá, el perro se soltó, y se fué por el lado derecho de la casa (lado derecho, viendo hacia adelante). Andrés fué a avisarle esto a Omaira, quien en ese momento iba a ver como estaba Ponky, y cuando vio a Andrés (de quien ya se dijo que Omaira lo había dejado viendo al perro para que no se soltara) le preguntó, en tono alto: <<¿qué haces que no estás cuidando al perro?>> , y Andrés, señalando el lado izquierdo de la casa, le dijo: <<se soltó y se fué por allí>>; luego Omaira pareció exclamar: <<Ay>>. Ponky había corrido y se asomó por una de las ventanas del porche y Laura, cuando lo vió, dijo <<Ponky, ¿ya eres libre...?>> luego, Omaira puso una reja que formaba parte de una ventana de la casa para evitar que el perro se “escapara”. En realidad tuvo que poner 2 para tapar todo ese “lado”. Omaira, viendo que a esa hora (algo así como mediodía), no había nada de sombra allí donde estaba Ponky, dijo: <<pero el sol lo va a matar>> –aparentemente añadido esto a algo que ya había hecho antes. Entonces Andrés, por decir instintivamente, puso un cartón ahí por donde una de las rejas puestas por Omaira se unía con la pared de la casa, para hacerle sombra a Ponky, porsupuesto, aunque el cartón se caía. Omaira después puso un palo sobre la reja antes mencionada y que también se sostenía sobre otra reja: la del lavandero. Siendo así, pudo colocar unas láminas de zinc y unos pedazos de cartón sin que se cayeran. Luego, en la noche, Omaira decidió acomodar la “cerca” que le había puesto a Ponky colocándole otra reja (una que estaba colocada del otro “lado” de la casa). Y para eso dijo a Andrés: <<Andrés, búscame la reja que está ahí, por el otro lado>>. Andrés la fué a buscar, pero se dió  cuenta de que no la podía llevar porque, además de que dedujo de que era muy pesada, tenía una cabilla “atravesada”, así que fué a decirle a Omaira: <<a esa reja le metieron una cabilla>>. Omaira fue a ver y cuando comprobó lo que le había dicho Andrés, Dijo: <<¿quien habrá sido el loco que le puso esa cabilla a la reja?>>. Al final, le quitó la cabilla a la ventana y la puso donde estaba la “cerca” formada por las dos rejas para mejorarla. Así Ponky iniciaba una “vida al aire libre” aunque no precisamente eso, porque, como ya se dijo, se le colocaron unos pedazos de cartón que lo protegían del sol, un “techo”.
 

  
Narración de un día de Ponky

El día 05.03.2008, saqué a Ponky de un lado de la casa hacia la parte delantera de la misma, y ese día ladró a gente que pasaba por allí.

Yo veía un partido de fútbol por la televisión y se había ido la imagen.

El día 18.11.2006 me había venido por un lado de la casa, ya que la puerta delantera estaba cerrada. Ponky se asomó por la ventana a ver y yo me fuí a acostar.

Yo había venido de una práctica de IPM (Instrucción Pre-Militar) en el liceo Rodó.  

A continuación se detallan otros aspectos que bien pudieron haberse incluido en una versión más actualizada de la biografía de Ponky.

PARA EL AÑO 1999: Omaira decía en varias casas que él era hijo del perro de Omar Soto.

PARA EL AÑO 1999: Laura estaba con él en el porche y creo que también estábamos yo y uno de los “abuelos Narváez” y ella le preguntaba a Lala un conjunto de cosas sobre los perritos para ver si lo que le respondía lo sabía o lo ignoraba.

PARA EL AÑO 1999: King, un perro que hacía “vida en común” en esta calle, sentía celos de él.



Poesía dedicada a Ponky (20 líneas)



Fuiste un perro muy lindo

en carácter y en apariencia

por una parte manchado y blanquito

y por la otra mucha decencia.



La vida nos dió ese don

de tenerte a nuestro lado

Hoy te recordamos con amor

aunque de tu muerte tiempo ha pasado.



Siempre alegre y con vigor

con esas líneas te describo

nos brindaste una ilusión

más duradera que el trigo



Y un buen día de tu vida,

una vida que prosperó

abriste tu corazón para recibir un amigo,

Mickey se llamaba el perrito.

  
Por siempre te recordaremos

hermosísimo y eterno amigo.

Difícil encontrar un consuelo

difícil encontrar un abrigo.




Más información de Ponky: al cumplirse 4 años de su muerte (2012), aparte de un homenaje que le hice en videos:







Hay un artículo en www.hazblog.com.



*Se refiere a 5 personas más.

** Cuadernos difíciles de describir por sus características resaltantes o principales.

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