miércoles, 5 de junio de 2013

Planificación Ambiental entrelazada con la Gestión Ambiental



A continuación, presento una publicación con información sobre las diversas pautas de un tema que consideramos muy importante el día de hoy, como lo es el de la conservación ambiental.
  
La misma tiene su esencia en que el recurso medioambiental (o conjunto de recursos medioambientales) se está(n) acabando, y esto se debe a que la variable medioambiental ha sido víctima de abusos por cuanto a la especie humana, y mencionando nuevamente lo anteriormente expuesto, que se refiere a que la cantidad está siendo afectada, también podemos agregar que su calidad está siendo afectada.


Fundamento de su proyección social

Esto se refiere o conduce a pensar que la preservación del ambiente no solamente es tendente a la preservación de espacios naturales sino de hecho también a la preservación del propio ser humano cuya existencia, nos atreveríamos a decir, también podría verse en peligro, ya que el hombre también constituye pequeños o extensos pero siempre artificiales ambientes y dentro de ese entorno pueden existir componentes no culturales ni propiamente humanos, llámense por ejemplo animales domésticos o plantas ornamentales.

El sentido recto que debe tener el estado debe estar orientado hasta este punto, y así lo señala, por ejemplo, nuestra carta magna en sus artículos 127, 128, 129, y 156-23. Así podemos definir la defensa y conservación del ambiente como una labor verdaderamente esencial para el estado, pero que quizás falla desde la tutela constitucional al señalar, por ejemplo, que es para las “nuevas generaciones” sin pensar en el verdadero presente de factores bióticos (distintos a la especie humana) y abióticos, una vez que el ambiente  se “ponga al servicio del hombre”.

Actores y metodologías

A través de las diversas metodologías que encajan, involucran y se fundamentan en un plan de acción ambiental y por otra parte competen a diversos actores (que clasificaríamos en comunidades, investigadores, funcionarios públicos y el estado en general) este último administrador en alguna instancia de elementos jurídicos correspondientes.

Es describiendo a la sociedad como un ente verdaderamente diligente que se puede saber que un elemento planificador tendría verdadero éxito (esto adelantándonos a las prospectivas) y queriendo hacer comprender que lo mismo se refiere a que se quiere que tenga o que logre que exista ese equilibrio medioambiental primeramente referido como conservación ambiental.

Inculcar el dinamismo. Lo que hay que acotar, siguiendo con el punto de las metodologías, es que las mismas tienen que tener inyectadas desde el momento mismo de su “diseño” un verdadero dinamismo que no obedezca necesariamente a la satisfacción inmediata de los objetivos sino en todo caso a la impositiva diligencia que impida grandes retrasos que comprometan aún más al ambiente (decimos aún más por las situaciones actuales, señalado esto al comienzo).

Definición precisa de los actores. Los actores que intervendrán en la consecución de un plan ambiental particularmente relacionado con la gestión ambiental son:

La organización institucional: El presidente o presidenta de la República en consejo de ministros, ya que en el artículo 13 de la Ley Orgánica del ambiente se establece que ésta es la autoridad máxima ambiental. Asimismo, en el artículo 18 de la misma ley se establece que la autoridad ambiental es el ministro o ministra que tenga competencia en dicha materia. Esto es darle un tinte gestor al proyecto.

Aquellos casos particulares: empresas planificadoras, de las cuales se contratan sus servicios.

Comunidades organizadas: personas específicamente beneficiarias de ciertos proyectos que comprometan el ambiente y estén avocadas a la gestión ambiental (con presencia de algún dinamismo social preestablecido) o en todo caso un desarrollo sostenible, así como cualquiera no poseyente de algún rango específico y que estarían prestas a brindarle colaboración a los actores mencionados anteriormente.

La construcción de una metodología  también debe regirse por:

La realización de un diagnóstico: este por supuesto es un primer paso para conocer realidades y de hecho cualquiera a quien se le encargara la responsabilidad de elaborarlo pensara así porque sería, en caso contrario a la no existencia de éste,  yéndonos a comparaciones comunes, como querer hacer una “arepa sin maíz” o una “camisa sin tela” a menos que el autor tenga suficiente conocimiento “previo” o verdaderamente observables a simple vista (dentro de la comunidad) de lo que son los problemas (problemas ambientales).

Lo anterior puede ser posible si:

Él o ella (quien elabora la encuesta) tenga su lugar de residencia en la comunidad.

Sea un verdadero beneficiario o beneficiario propiamente dicho, componente de ese proceso dinámico de acción no necesariamente con premura del que hablamos.

La posesión de recursos económicos necesarios. Esto se refiere que para pensar en la puesta en marcha dicho plan de acción debemos tener en cuenta anticipadamente el recurso financiero y es que los hechos que se describirán pueden resultar un tanto osados, pero esto, esto volviendo a lo que dijimos de que cualquier situación de desgaste del ambiente puede requerir la intervención extraordinaria por parte de elementos particulares o de organismos estadales.

Lo anterior también se refiere a regular la existencia de métodos específicos innecesarios que puedan originar efectos secundarios que constituirían elementos eminentemente causantes de alteraciones tan graves como aquellas que se tratan de impedir, revertir o mitigar.

La posesión de otros recursos (los humanos): podemos sintetizar esto o más bien recurrir a la participación comunitaria e institucional: esta vez no se trata de hacer ver la misma como un inventario de elementos sino como un verdadero componente de la algoritmia o resolución de procesos o simples procesos mitigantes, como se quiera ver.

El inventario también pasa por la depuración. Aquellas personas de las cuales se “sospeche” que tienen un interés por una parte monetario (derivado esto de los recursos monetarios ya descritos)  y por otro personal, se deberán apartar e inclusive sancionar si considera una falta grave la autoridad ambiental competente o (en el proceso amplio de gestión) por introducción de quejas numerosas de la parte verdaderamente interesada.

Pasando al punto verdaderamente explicativo, podemos dar un conjunto de pasos que en efecto se consideren una secuencia (como se acaba de decir, un algoritmo o algoritmia) que no necesariamente lleve a la resolución de un problema sino a conseguir condiciones verdaderamente más favorables.

Diagnosticar el ambiente de manera preferentemente cuantitativa.

Llamar a actores locales si eso no se hizo en el paso anterior.

En caso de algo no conexo, buscar asesoría de organismos ambientales y en su defecto de sus personalidades específicas (ministro/a del ambiente por excelencia).

Como ya se mencionó, depurar o corregir defectos intencionales de los colaboradores.

Aplicar los procesos de mitigación y correctivos dentro de enunciados particulares.

Interpretación de las metas alcanzadas por la ejecución del plan de acción relacionado con el plan de acción.

Por si no se había dicho antes, la misma se interpretará como la resarción por parte de la especie humana en general de algún daño al ambiente al que ha contribuido y por otra parte a  mantener en buenas condiciones el ambiente artificial que construyó (a esto se refiere el término artificial, a algo creado por el hombre) y que, como en el caso del ambiente natural, quizás lo daña con las menores de las intencionalidades.

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